El director de “The Washington Post“, Marty Baron, ha conversado con Carlos Herrera sobre la gestión caótica y cambiante del presidente Trump en la gestión de la crisis del coronavirus y cómo está afectando a los norteamericanos. Una sociedad que no sabe a qué atenerse ante los mensajes contradictorios que lanza la Casa Blanca.
Marty Baron, una de las referencias del periodismo mundial, explica en ‘Herrera en COPE’ que en estos momentos en EEUU “hay muchas empresas que quieren reabrir porque están en peligro de ir a la bancarrota y cada día hay más desempleo”. Sin embargo, reconoce que es muy arriesgado volver a la actividad porque “aún no hay una vacuna, un tratamiento eficaz”; además, según una encuesta realizada por su periódico, “hay mucha gente que tiene miedo de volver a su trabajo”.
Baron critica la falta de liderazgo de Donald Trump, especialmente los primeros meses, a pesar de que contaba con datos sobre la pandemia, sin embargo, en marzo calificaba el escenario como “tiempo de guerra”. Esto ha generado mucha confusión y una opinión negativa hacia el presidente, pero el director de “The Washington Post”, no tiene claro si afectará a su reelección el próximo noviembre porque “cuenta con el apoyo de su partido que representa el 80%,. Aunque también es cierto, añade, que estamos a las puertas de una “depresión económica y de alcanzar una tasa de desempleo de 15 millones de personas que podría llegar a 30 millones en poco tiempo”
Sobre la posibilidad de que algunos gobiernos utilicen estas situaciones de confinamiento para limitar la capacidad de los periodistas de preguntar o ejercer su derecho a la crítica, Marty Baron ha recordado que no sería la primera vez que líderes de algunos países han aumentado su poder para “acabar con la disidencia o acallar cualquier forma de crítica” y advierte de que afrontamos un “gran peligro si esos gobiernos tiene éxito porque se pondrán en riesgo las libertades de las que disfruta el público y quizás será imposible recuperarlas”.
Baron considera que en este contexto la misión del periodista debe ser “publicar los hechos con honestidad y franqueza, Debemos informar al público con precisión y hacer que el poder rinda cuentas sobre el desempeño de la pandemia”. En su opinión, lo más importante es “conservar la credibilidad; muchas personas acuden a los medios tradicionales y tenemos que responder con información creíble y precisa”.
En “Herrera en COPE” ha dejado claro que no comparte las advertencias de algunos gobiernos sobre las fake news; dice que son un “falso dilema” porque la mayoría de los “medios tradicionales se esfuerzan por publicar la verdad, además el gobierno tiene derecho y capacidad para pedir rectificaciones y le sobran oportunidades para explicar su punto de vista”. Concluye que “debemos distinguir entre la vedad y las descarriadas teorías de la conspiración. Hay que dejar de consumir “información chatarra y despertar la experiencia, la pericia y la evidencia”.
El director de “The Washington Post”, periódico decano de la capital de EEUU, augura un cambio en la forma de hacer periodismo. Ahora, la mayor parte de su plantilla trabaja desde casa pero “es preciso estar en el mundo real, no podemos confinarnos”. Reconoce que la crisis sanitaria ha afectado a las finanzas del sector; se ha producido una fuerte caída de la publicidad que podría durar mucho tiempo, por eso, los periódicos deben apostar por “desarrollar una base de suscriptores digitales si queremos tener un modelo económico sostenible. Los podcast son muy populares pero dudo de que reemplacen a medios como la radio o la televisión”.