El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas se ha mostrado en contra de la indicaciones que la ministra de Trabajo Yolanda Díaz dio para que los inspectores persiguieran las supuestas condiciones de “esclavitud laboral” o “malos tratos” en las campañas agrícolas de mayo y junio. En una entrevista este martes en “Herrera en COPE”, Planas ha señalado que son “instrucciones de la inspección de Trabajo con un cuestionario añejo”. “A ello se han unido unas palabras desafortunadas que hacían referencia a ‘esclavitud’ y ‘servidumbre’. Me parecen absolutamente desafortunadas estas expresiones y nadie duda de la honestidad del sector. Como cualquier otro sector, deben cumplirse las leyes. A veces hay algún ejemplo que no es dignificante pero nadie debe poner en juicio la reputación de nuestros agricultores y ganaderos”, ha aseverado.
Sobre la crisis del sector del aceite de oliva, Planas ha destacado que se ha producido “un desajuste estructural entre la oferta y la demanda”. “Los precios no han conseguido subir hacia arriba y tenemos a un sector de la oliva tradicional vendiendo por debajo de los costes de producción. Tenemos que conseguir que ese desasjuste entre la oferta y la demanda se limite. Con las cooperativas y todos los actores del sector, estamos intentando limitar la producción o que una parte sea almacenada para recuperar los precios. Además, vamos a intentar ampliar los mercados, tanto el nacional como el internacional. Y, por supuesto, no debemos renunciar a la calidad. Tenemos que conseguir que se mantenga y conseguir diferenciar la producción del olivar tradicional con el intensivo o superintensivo”, ha dicho.
Planas ha señalado que en los últimos 15 años se ha aumentado un 15% la superficie del olivar español. “Estoy convencido de que hay futuro. Pero para eso hace falta un esfuerzo colectivo porque conseguir nuevos consumidores”.
A nivel general, la crisis del coronavirus ha permitido mantener el abastecimiento de alimentos en lso supermercados y el campo español ha seguido exportando. “En la primera quincena de marzo, que son los últimos datos de los que disponemos, conseguimos vender 6.000 millones más al exterior”, ha dicho. Además, se ha conseguido abrir nuevos mercados como China con el cerdo o Filipinas. “Es un elemento fundamental. Nos da garantías a los ciudadanos y no se deslocaliza”, ha concluido.
