Madrid, 18 de junio de 2020
Dos millones y medio de personas son víctimas de la trata en todo el mundo, aunque se calcula que hay más. Como ejemplo, en España sólo identifica a 1 de cada 20 mujeres que la sufren. Mañana, a partir de las 21.15H, “Solidarios por un bien común” aborda en TRECE la llamada “Esclavitud del siglo XXI” y las acciones que la Iglesia pone en marcha con sus víctimas para devolverles su libertad y su dignidad.
Mujeres, menores y migrantes son el objetivo principal de la trata. A ellos se unen otros colectivos como personas con discapacidad o refugiados. Con todos ellos trabaja la Iglesia de forma integral para devolver a las víctimas la confianza en sí mismas que les permita reconstruir su vida.
TRECE visita este viernes una de las casas Villa Teresita, como se conoce popularmente a las Hermanas Auxiliadoras del Buen Pastor. En este centro en el que “el amor es lo más importante” se atiende a mujeres víctimas de trata. Las mafias -explica Inma- una de las hermanas del centro, “Les inculcan que no hay futuro y que no van a abandonar nunca esa vida, por eso, la acogida es tan importante”. “Se recibe a cada mujer como si fuera un tesoro”, añade Eugenia, quien explica que, previamente, se hace un trabajo de calle.
Junto a la atención personalizada, otra de las áreas fundamentales es la formación y el asesoramiento en la búsqueda de empleo. Una labor que no siempre es fácil porque muchas llegan sin conocer el idioma, pero “la experiencia muestra que encuentran trabajo y salen adelante”, cuenta Inma a las cámaras de TRECE.
La segunda parada de “Solidarios por un bien común” esta semana es Proyecto Esperanza, una iniciativa para mujeres que han sido víctimas de la trata en el que se busca favorecer su integración en la sociedad con el objetivo de que visibilizar esta situación sea parte de la solución.
Marta es una de las trabajadoras de “Proyecto Esperanza” y destaca que “hay mucha diversidad de nacionalidades y edades dentro del grupo de mujeres al que atienden”. Para ella, “el primer encuentro con una de estas mujeres es muy complicado porque es necesario ponerte en su piel y transmitirles que tienen derechos y que estamos para atender sus necesidades”.
Una labor de acogida que no deja indiferente a Ana Almarza, directora de Proyecto Esperanza, quien señala que “yo soy la suma de todas las mujeres que han pasado por mi vida”. Si quieres conocer sus historias, mañana, a las 21.15H, tienes una cita en “Solidarios por un bien común”.