La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre se encuentra ya en su casa y bien de salud tres días después de haber recibido el alta hospitalaria tras sufrir coronavirus. La exlíder del PP madrileño estuvo ingresada casi una semana en la Fundación Jiménez Díaz junto a su marido, también contagiado. En su primera entrevista tras salir del hospital, Aguirre ha bromeado en COPE asegurando que se le están acabando las vidas. “El helicóptero, el cáncer, el atentado de Bombay… y ahora el coronavirus. Todavía me quedan tres vidas si hacemos caso a las siete vidas de los gatos”, ha dicho.
Aguirre asegura encontrarse bien tras haber pasado un cuadro leve de fiebre y tos. Su esposo se encontró peor al padecer neumonía derivado de la enfermedad. Los dos están ahora en su domicilio aunque “sin fuerzas”. La expresidenta ha querido dar las gracias a la Fundación Jiménez Díaz por “el trato extroardinario desde el punto de vista humano” y “la eficacia” demostrada para curarles.
Aguirre ha aprovechado también la entrevista para desmentir que, durante su etapa al frente de la Comunidad de Madrid, se hubieran hecho recortes en la sanidad públicas. “En mi etapa construí 12 hospitales públicos. A estos señores no les gusta lo privado y quieren nacionalizarlo todo y convertirnos en Venezuela. La gestión del PP en el ámbito sanitario ha sido encomiable y extraordinaria. Pero estos señores son leninistas y repiten mil veces la misma mentira para que parezca verdad. Y los medios lo replican. Y cuando construimos los 12 hospitales nuevos, nos encontramos con la crítica del PSOE, que decía que no eran necesarios”, ha asegurado.
Aguirre no distingue entre hospitales públicos y privados. “Tenemos unos profesionales extraordinarios. Grandes médicos, enfermeras, limpiadoras… es una gente extroardinaria”. Y ha pedido que se les entregue los elementos de protección necesarios para hacer frente al coronavirus. En este sentido, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho que no es momento para la crítica pero ha pedido fijarnos en países que han batallado bien contra esta enfermedad como ha sido Corea del Sur.
Por último, Aguirre ha admitido tener miedo durante unos días por la salud de su marido. “No he tenido miedo por mí, pero sí por mi marido. Ahora afortunadamente está francamente bien y damos las gracias por ello”, ha concluido.
