El mundo entero se ha volcado en la búsqueda de una vacuna que ponga fin al coronavirus. Pero los tiempos y la dificultad del proyecto pueden alargar demasiado el estudio de esa cura.
Jesús Sánchez Martos, doctor y catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid, ha relatado este martes en “Herrera en COPE” cuál es la situación actual de la búsqueda de esa vacuna para el coronavirus. Martos ha señalado que en estos momentos “hay más de 70 proyectos en estudio”. “Los más prometedores son cinco, aunque el más esperanzador es el que se está desarrollando en estos momentos en Maryland”, ha asegurado el doctor.
Dicho estudio se encuentra ya en fase 1; es decir, ya se está probando en humanos. “En esta fase 1 se han cogido a 45 voluntarios y se han dividido en tres grupos a los que se les aplica distintas dosis. En unas seis o siete semanas podremos tener ya los primeros resultados. El objetivo es ver si la vacuna ha generado anticuerpos”, ha contado.
Este estudio es muy prometedor porque trabaja con el ARN mensajero, “una trampa que se le hace al coronavirus para crear una proteína parecida a la suya, introducirla en el cuerpo y que esto nos genere anticuerpos que nos protejan ante el virus ‘real'”, ha contado. Esta fórmula es una de las tres típicas que suele haber a la hora de crear vacunas. Aunque todo vaya bien en este estudio tan esperanzador, la fase 3 y última del proyecto no se alcanzaría hasta octubre o noviembre. De hecho, Martos asegura que una vacuna “tarda para ser eficaz entre seis y ocho años” en descubrirse y aquí se está tratando de conseguir en un año. Mientras, la ciencia experimenta con tratamientos que puedan mitigar el efecto del virus, pero el doctor explica que cada retroviral funciona según la fase de la enfermedad en la que se encuentre el paciente.
Por último, Jesús Sánchez Martos ha avalado que niños y ancianos puedan salir a la calle siempre que se respeten las medidas de seguridad. “Salir no significa integrarse socialmente. El niño puede salir, pero no puede estar jugando con otros niños en el parque. El confinamiento en la calle es el mismo que en casa. El virus no está en el aire”, ha concluido.